Con el asesoramiento de empresas de carpintería, los usuarios pueden disfrutar de elementos de primer nivel en su domicilio o empresa. Cuando los usuarios se preguntan qué tipo de puerta elegir, deben saber que la respuesta dependerá en gran parte de las características del espacio que se quiera aislar, así como de la decoración circundante. Las puertas se dividen básicamente entre exteriores e interiores.
En este artículo nos ocuparemos de las interiores, puertas de paso a dependencias, cuartos de baño y todo tipo de estancias. Estos elementos son normalmente de madera natural maciza o madera chapada. Las primeras obviamente son más sólidas y resistentes, ofreciendo grandes posibilidades en cuanto a decoración y dotación de barnices y lacados. Las puertas de madera chapada también pueden lacarse o barnizarse, pero no son tan estéticas como las de madera natural maciza.
Las puertas estándar son las más comunes en pisos, unifamiliares y otros inmuebles habitados. Su apertura sencilla la convierte en un elemento versátil y funcional. Pero también existen otros tipos de puertas, como la francesa, formada por sendos paneles que abren y cierran hacia juntarse en el centro o separarse hasta el muro.
Por otra parte, las puertas holandesas están divididas de forma horizontal. De este modo, la parte superior puede manipularse independientemente a la inferior, y viceversa.
Puertas plegables o correderas, de materiales sintéticos y dotadas de vinilos y lacados de última generación. Las puertas pueden suponer uno de los elementos decorativos por excelencia en los hogares, sobre todo si están dotados de diseños acordes al entorno, y tratadas por profesionales carpinteros.
Estos también pueden darle información de puertas para exterior, puertas principales que deben poseer sistemas para evitar robos. Pueden encontrarse puertas blindadas, así como acorazadas, de madera maciza... Las más seguras son las acorazadas, por lo que su montaje está aconsejado en accesos problemáticos en cuanto a robos.